Que los poderes públicos olvidan a Leganés es relativo, recordemos la fobia demostrada por el equipo que preside Esperanza Aguirre a nuestro hospital, presentes nos tienen, y bien presentes, casi sería preferible un poco menos de cariño, ahora bien, lo que no es disculpable es la desidia, la dejación y la inoperancia mostrada por quienes fueron elegidos para gestionar nuestros intereses, no miremos únicamente fuera porque el responsable principal de la pérdida de pulso de nuestra ciudad ha sido su alcalde, hace varios años debió dejarlo, no solo hay que esperar que la Comunidad nos tenga en cuenta, hay que demandarlo, hay que exigirlo, hay que forzarlo sí es necesario, pero claro, para eso lo mínimo es creer en ello y sí Pérez Ráez alguna vez lo creyó, fue hace demasiado tiempo.
Confiemos que las próximas elecciones entre todos elijamos políticos dedicados a mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos y no tanto a la gresca, aunque con la Sra. Bragado me temo que no va a ser posible.
